El tenor alemán Julian Pregardien ha pasado por el ciclo dedicado a la canción de arte ( lied) que organiza todos los años la Zarzuela. Nunca dejaré de ponderarlo. Es lo más europeo y acertado que se desarrolla en Madrid, que ha conseguido llamar la atención  de un público entendido y fiel gracias a la excelsa programación de intérpretes y acompañantes y que está a la altura de cualquier foro musical de la más selecta colección de paises musicalmente desarrollados.

  Ayer se presentó el alemán (era la primera vez que estaba en el ciclo) Julian Pregardien con lo más granado del repertorio para lied. Las canciones de la bella Molinera de Franz Schubert. Estos lieder encabezan diría yo, las composiciones del género. Sobre poemas de autores alemanes el compositor realiza un doble encaje de bolillos Pone a la letra melodía y acompañamiento. que en sí mismo es toda una soberbia orquestación, no limitándose a un mero acompañamiento de acordes al compás. Se necesita una voz humana, en este caso era tenor, y un pianista de muchos quilates para seguirle. Empezare con el último que mereció muchísimo la pena.  Kristian Bezuidenhout  hizo de los poemas una verdadera  traducción llevando un perfecto ensamble con la voz sin opacarla con fortes indebidos o rubatos que pudieran empañar el canto del intérprete. Impartió una autentica lección sin aspavientos de lo que debe ser un pianista acompañante, con la dificultad que ello implica.

   El tenor, estuvo fuera de serie. Su elegante y firme voz su exquisito fraseo, su interiorización delas canciones y la infinidad de matices culminaron una actuación soberbia. El público correspondió con calidísimos aplausos y no salía de su asombro  al comprobar que los lieder del impresionante Schubert o se cantan así o no merece la pena escucharlos.